Lo escribía en otro artículo, trabajar en nuestro sueño de vida es un combustible orgánico y súper poderoso, ciertamente nos da una fuente inagotable de motivación y nos conecta con un propósito que nos hace vibrar de emoción, pero no es un traje de súper héroe, ni viene con un clon.
Nos vendieron el combo del emprendimiento con las papitas re-fritas de una calidad de vida paupérrima a costa de la salsa “tu sueño de vida”, y lo compramos. Hoy emprendedores –o no- asumimos con un orgullo sobre el hombro el trabajar 24×7 olvidándosenos algo: la vida.
Más allá de conocer los ciclos de tu empresa y saber aprovecharlos para mantener la homeostasis de tus cuerpos –físico, mental y emocional-, lograr tiempo personal en medio de la vorágine laboral sí es posible.