Francamente no creo en la guerra, ni que en el amor y en ella todo se valga; pero si hay algo que permita hablar del amor con matices bélicos es una sola cosa: el coraje –de valor, no de ira- que amerita enfrentarse a todo.
El amor rompe estructuras, pisotea orgullos, hace trizas los planes, aniquila estereotipos, atenta contra la imagen pública que buscamos construirnos con ladrillos de ego y cercos eléctricos abarrotados de miedos, preceptos, convencionalismos.
El amor es letal, sí que lo es, pero para nosotros mismos. Para los que nos resistimos, para los que creemos saberlo todo sobre nosotros hasta que llega una bomba atómica de emociones inexplicables, coincidencias malditas, caricias simples y demoledoras, miradas que se extrañan hasta morir en silencio… pensarse, buscarse y encontrarse hasta torturarse.
El amor es jodido. Es un bootcamp. Una serie de señales que no podemos ignorar aunque nos ganemos el Oscar -más rápido que Leo- disimulándolo.
El amor es para valientes. Para gente que se ve desnuda en medio del huracán y dice “¡Vamos!”. Para personas que se miran en el otro y no se reconocen como lo imaginaron, planearon o esperaron pero dicen “¡esto es todo lo que necesitaba!”. Para seres que ante ese abismo que se llama vulnerabilidad deciden ir tras sí mismos, aunque eso implique aceptarse nuevo, inverosímil, completo, feliz.
Estoy tan harta de ver como otros se miran y se forman estrellitas en el camino, de sentir que con colocar el tenedor en medio del aire que los separa puedo hacer explotar el lugar. Estoy tan cansada de saber eso que todos saben pero que nadie dice porque “no hay nada entre ellos”.
¡Por los clavos de Cristo! –y lo digo en plena cuaresma- ¿hasta cuándo dejaremos el amor en ley de hielo porque aceptarlo nos aterra? “cambiaría la amistad”, “se estropearía la relación”, “perderíamos dinero”, “no nos aceptarían”, “perdería mi libertad”. BULLSHIT!
Sí, el amor puede destruirlo todo ¿pero es que acaso no venimos del Big Bang?
Hace poco le escuché decir a un científico que hay dos formas de ver la vida: “la vida donde todo acaba o la vida donde todo inicia”.
Puede que mi hashtag el último año sea #lavidaesunguayabo -no estoy exenta de pecados-, pero esa frase me hizo volar los cesos, me hizo sentirme cobarde.
Aunque el amor de verdad no se pierda, se transforme, todos sabemos que Kate debe estar con Leo, pero para eso –como comentó alguien en mi muro- “Leo debe superar a las Top Models” dejar de luchar con osos , porque así lo planeó y entregarse al amor –aunque no sea lo que esperaba-.